martes, marzo 23, 2010

Por qué soñamos

Rodeados de un mar de conformidad nos vamos ahogando lentamente a lo largo del día. Solo al caer la noche encontramos la fuerza para despertar en los sueños que nos permiten emerger del vacío rutinario.

Sueños plagados de sensaciones extrañas para nuestra mente monótona, conectando lugares, distancias, personas, separados por imposibles barreras de tiempo y unidos durante un suspiro incontable del subconsciente.

Sueños que vierten en la memoria vidas ajenas de momentos infinitos, concediendo el don de la posibilidad, aquí y ahora todo sucede; nada al mismo tiempo.

Sueños de anhelos y recuerdos, fallos cometidos por una juventud, con final alternativo en la maraña presente de redordimientos contenidos, a veces olvidados.

¿No es más irreal aquello que vivimos al despertar en este mundo que apenas sí comprendemos y menos aún añoramos, que aquellos sueños que hacemos propios y vivimos sin querer abrir de nuevo los ojos?

Yo, no quiero despertar.

domingo, marzo 21, 2010

Revelaciones

Solo cuando uno está rodeado de aquello que no desea, sintiéndose ajeno en su propio entorno, es cuando llegan las revelaciones, dando forman a un nuevo yo, dejando atrás una crisálida de alguien que ya no existe. Es entonces cuando la mariposa alza el vuelo, elevándose en el nuevo horizonte de posibilidades, sintiendo el aire fresco del cambio que se aproxima, con miedos arrastrados, pero también esperanzas y espectativas desconocidas.

Mucho se ha perdido en el camino, quizá más de lo esperado; menos lastre para recorrer el nuevo camino y más lugar para llenar de ilusiones. Tantos golpes han creado cicatrices que solo el tiempo logra cerrar y nos sirven de recuerdo de lo que fuimos y somos pues nunca se debe olvidar donde radica la esencia del ser.

Ya no hace falta acercarse para saber qué puertas son las que han de ser abiertas, todo es sabido en este punto, la ruta a seguir es clara y sencilla, mostrándose como nunca lo había hecho. Todo y nada es distinto, la experiencia hace girar el cristal de la perspectiva, formando un angulo desconocido hasta el momento, revelando el siguiente paso, el tuyo propio.