jueves, julio 20, 2006

La carta

Las comunicaciones son muy malas, he tenido que aprovechar el paso de una caravana de suministros para poderte enviar esta carta. No ha sido fácil convencer a ese cabo, pero después de darle algo del poco dinero que me quedaba, se volvió más accesible. Sólo espero que no me engañara.

Las cosas están muy complicadas aquí, la gente apenas tiene ánimos. Cuanto me gustaría poder verte ahora. Aún recuerdo la última que nos vimos, nos cruzamos en la calle, por casualidad. Casi no tuve tiempo para despedirme, yo llegaba tarde a esa entrevista de trabajo y tú no quisiste entretenerme más. Quién iba a pensar que ahora las cosas serían así.

No sé cuanto tiempo duraremos aquí, las provisiones se acaban y apenas tenemos luz. Todo está destrozado... Están sonando las sirenas otra vez, tengo poco tiempo, y es posible que esta sea la única carta que pueda escribirte. Cuanto lamento no haberme quedado contigo aquella tarde y haberte dicho lo importante que has sido siempre para mi. Ahora ya es demasiado tarde. Según me he enterado os van a trasladar lejos, a una zona más segura, pero no me han dicho donde. Sólo espero que todo esto acabe pronto. Entonces no volvería a cometer el mismo error...

miércoles, julio 19, 2006

¿Qué llevarías?

Una simple pregunta puede tener una respuesta compleja. ¿Qué llevarías? Si mañana todo cambiase, si la vida que tienes en este instante dejase de ser lo que conoces ahora, si llegase ese día... ¿qué llevarías?

Tal vez algo material para ayudarte a sobrevivir, algo útil que puedas necesitar. Quizá un objeto que te trae suerte, con la esperanza de que seguir teniendo suerte. ¿Y un libro? Uno que leíste hace poco, o tal vez otro que recuerdes te leían de pequeño. Aunque tal vez no tenga tiempo de leer allí donde vas, ¿que tal una fotografía? Aquellas vacaciones que pasaste en la costa, con el sol radiante en el cielo. Si, eso estuvo bien, pero espera, también está esa fotografía donde salen ellos. Que gran noche pasásteis juntos todos. Ahora lo recuerdo, aquella noche sonaba esa canción que tanto os gustaba a ti y a ella, cuando sonó los dos bailásteis juntos como si no hubiese nadie más en la sala. Tal vez sea eso lo que quieres llevar si, aquella canción. No, una canción será difícil de escuchar, mejor otra cosa. ¿Qué tal aquella pulsera que te regaló tu hermano? Fue algo que no te esperaste...

Ya es tarde, debes decidirte. Si, yo lo tengo claro... aquél libro de la infancia... esas fotografías de las vacaciones... la canción que sonó bailando con ella... la pulsera... Si, yo llevaré mi recuerdo, el recuerdo de todo aquello bueno que he vivido. Y tú, si mañana llegase el día ¿que llevarías?

El principio del fin

A nadie de hoy en día tenga cierta edad le pasa inadvertida la situación que se vive en todo el mundo, donde aumenta la crispación y las tensiones entre países, las ya existentes guerras y luchas en Oriente, países que se arman hasta los dientes, pruebas de misiles nucleares, crisis por el precio del petróleo, subida del precio del oro...

Pero esto todavía nos parece algo lejano, a lo que se presta atención... pero de lejos. Sin embargo no queda tan lejos todo. Aquí, en nuestro propio país, también se empiezan a notar "síntomas" que precederán el cambio, con partidos políticos más rivales que nunca, peleando por sus propios intereses, sembrando una idea generalizada de desacuerdo, que conlleva en una separación de la gente. El resultado es un odio creciente en la sociedad por aquellos que son diferentes, ya sea por sus ideales, raza o creencias.

Este es el comienzo del Diaro del Fin, la crónica de ese día que puede ser mañana... realidad o ficción, ¿estás preparado?