lunes, marzo 15, 2010

Paréntesis

Horas, minutos, segudos, todo instante equivale a oro. Ocurre tan deprisa que apenas nos damos cuenta de lo que sucede alrededor. Entes errantes que siguen a diario un mismo patrón de monotonía, diferente para cada uno, pero iguales en la práctica, caminando sobre las huellas de ayer haciendo el camino de mañana. Con pasos automáticos que ya no recuerdan su primera vez, un horizonte incierto se crea, sin respiro ni pausa que lo detenga, fugaz, transitorio y carente de humanidad, aproximándose inminente a este día a día. ¿Donde quedó el conocimiento del hoy que da paso a la caricia en la noche? Se han ido apagando las velas del tiempo que miden la sonoridad de lo infinito, de pasos lentos y tristes, carentes de ritmo ya. Un alto en el camino se requiere para continuar avanzando. Es necesario.

Tan solo un paréntesis.

No hay comentarios: